Pan Casero


Una forma muy sencilla de hacer pan en casa, sin tener que esperar a que suba la masa. En 45 minutos tienes un pan listo para comer. Tiene dos trucos que facilitan mucho las cosas, una fuente de cristal con tapa y empezar a cocinarlo con el horno en frío. Seguid paso a paso la receta y no fallará.

Categoría:  Panes      Tiempo: 45 minutos



Ingredientes:


175 ml de agua
310 grs de harina de repostería o también llamada "harina de fuerza"
1 cucharada sopera de aceite
1 sobre de levadura de panadería “Maizena” (no es la levadura normal)
1/2 cucharadita de sal
Semillas de sésamo o frutos secos (opcional) 


Preparación:

Lo primero que necesitamos para esta receta es una fuente de cristal honda y que tenga una tapa que ajuste (foto 1) También vamos a necesitar dos cuencos uno mas grande que el otro. 

En el cuenco pequeño añadimos el agua y el aceite y removemos un poco. Lo metemos en el microondas 8-10 segundos para que esté templado. Añadimos la levadura y la diluimos en el agua.

Vertemos el contenido en el cuenco mas grande (del tamaño como para hacer un bizcocho) y le añadimos la harina y la sal (si vamos a usar semillas o frutos secos se añaden aquí). Removemos bien con un cuchara de madera hasta tener una pasta homogénea que podamos trabajar con las manos.

Trasladamos la masa a la encimera o a una mesa que previamente habremos enharinado un poco para que no se nos pegue y amasamos durante unos 5 minutos como mucho. Si la masa queda muy pegajosa le añadimos un poco de harina, si por el contrario se ha quedado muy seca le añadimos un poco de agua. Le damos la forma que queramos: alargado, redondo o rectangular, dependiendo de como sea nuestra fuente (ver fotos) y le hacemos unos pequeños cortes con un cuchillo afilado a lo largo y ancho de la superficie y lo pintamos por encima con aceite. Espolvoreamos un poco de harina sobre el pan.

En la fuente con tapa, untamos un poco de aceite en el fondo y colocamos el pan encima. Le ponemos la tapa y verificamos que ajuste bien. Lo metemos en el horno en frío (sin pre-calentar) y lo ponemos a 220º (sobre la rejilla del horno en el medio) durante 45 minutos, hasta que esté dorado por arriba, dependerá del horno. Yo utilizo a la vez la parte de abajo y el gratinador.

Lo sacamos del horno y lo dejamos enfriar sobre una rejilla para que no se ablande. 

Y ya tenéis el pan listo para comer y recién hecho. 

Foto 1








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